En alguna parte me encontré con este texto: “los trabajadores de servicios de atención médica están a la vanguardia de la tarea de salvar vidas y los contadores están a la vanguardia de la tarea de salvar sustentos”, porque lo médicos dan la vida por los pacientes y que bueno sería que los profesionales de la contaduría dieran la vida por el sustento de tantas familias y a largo plazo.
Para mi es triste saber que muchos colegas están tan alejados de este principio y se evidencia más en los revisores fiscales que ejercen en la propiedad horizontal, quienes suponen que estos son unos “pacientes” de poca monta, y no cumplen a cabalidad sus funciones, un caso de ejemplo, si se contrata la pintura de la fachada el revisor fiscal debe estar al tanto del cumplimiento de este contrato tanto en su calidad, cantidad y valores, pero la respuesta es que ellos es que no son ingenieros para saber de eso y esa actitud. Para mi genera sobrecostos o malos manejos de dineros, engaños etc. y cuando solicité a la JCC el concepto sobre este tema, insinuando que los revisores fiscales en cumplimiento de lo ordenado por ley deben vigilar que los contratos se ejecuten a cabalidad, la misma JCC me responde que como es Ley 675 los revisores fiscales no cumplen de la misma manera como deben cumplir en una empresa, algo así como el médico que atiende a un paciente sin EPS, no se le puede dar el mismo tratamiento que se le da a uno que paga EPS, eso se traduce en que la JCC considera que el revisor fiscal puede ser profesional completo en algunos casos y medio profesional en otros casos, confirmando su apoyo a la mediocridad de algunos profesionales que además trabajan por unos pocos pesos, literalmente, por valores como $300.000 a $500.000 tanto contador como revisor fiscal, y además en la mayoría de los casos el trato entre contador y revisor fiscal es una guerra permanente.
Situaciones como estas que lo único que logran es que nuestra profesión siga siendo la cenicienta de las profesiones y los contadores las cenicientas de las empresas, logran que las empresas no puedan surgir con fuerza por falta de una buena asesoría y familias enteras logren bajos recursos, incluso quebrar y por lo tanto muchos empleados y sus familias sin ingresos.
Esto nos debe permitir reflexionar profundamente y cada uno tomar conciencia respecto a si estamos procediendo de buena manera y cambiar nuestra conducta profesional, ver a cada cliente como un médico ve a su paciente, ver a cada cliente como si esa empresa fuera la de nuestra familia y no solo buscar el bienestar, el éxito y la prosperidad, también lograr que sea a muy largo plazo, dejando de lado el pensamiento de si, es un capital pequeño o un capital mediano, más bien enfocarnos en que cada empresa es una mina de progreso de una familia de sus trabajadores de sus asesores y el granito de arena para el progreso de la economía de nuestro país.

Contadoro Público
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